Skip links

Ojo de gallo: causas, síntomas y tratamiento

Es algo doloroso y muy molesto y a todos nos ha pasado alguna vez en la vida, o nos ocurrirá. Sabes perfectamente de qué hablo, es el temido ojo de gallo del pie. Se trata de un tipo de callo que sale en alguna zona ósea del pie y sufrirlo implica tener un gran dolor hasta que es tratado. Hoy te cuento todo lo que necesitas saber sobre el ojo de gallo: causas, síntomas y tratamiento.

Aunque mucha gente suele utilizar remedios caseros lo cierto es que no suelen funcionar. El ojo de gallo en el pie es algo muy doloroso y que necesita del tratamiento de un podólogo profesional para poder solucionarlo de la manera más rápida y eficaz. También se le conoce como helomas interdigitales.

Otros nombres por los que se suele llamar al ojo de gallo es callo blanco, heloma de Molle o callo interdigital.

 

Sintomatología del ojo de gallo.

Por lo general un ojo de gallo en el pie va a acompañado de grandes molestias y dolores en la zona. Si se agudiza y no se trata puede llegar a experimentarse un dolor muy intensocasi insoportable.

El dolor es sin duda el síntoma más claro con la aparición de un ojo de gallo en el pie, pero no es el único.

La morfología de los ojos de gallo suele ser bastantes características: son grandes y de forma redondeada y van acompañados de un color amarillento oscuro en la piel. Además, es frecuente que aparezcan en las zonas entre los dedos del pie, de ahí su nombre de heloma interdigital. Por lo general es más frecuente que aparezca en el espacio entre el cuarto y quinto dedo del pie.

Diferencia entre callo y ojo de gallo

Muchas personas confunden los ojos de gallo con los callos. Aunque en sí puedan parecerse tienen diferencias apreciables entre ellos. Para empezar los callos suelen ser de mayor tamaño, principalmente porque los ojos de gallo suelen aparecer en un espacio entre los dedos, algo mas pequeño que las zonas frecuentes de aparición de un callo.

Los callos suelen ser más frecuentes en los costados y en la planta del pie.

Por otro lado, los callos no suelen ser dolorosos de por sí salvo si se hace presión sobre ellos. Mientras que los ojos de gallo uno de sus síntomas principales es, precisamente, el dolor.

¿Cómo quitar un ojo de gallo?

Por lo general acabar con un ojo de gallo necesitará de la intervención de un podólogo profesional. Existen soluciones que pueden llevarse a cabo sin tener que recurrir a ello, pero por lo general son sólo remedios temporales que pueden aliviar, pero no solucionar el problema definitivamente.

Apósitos especiales para ojos de gallo

Estos apósitos especiales para ojos de gallo o tiritas se pueden encontrar en cualquier farmacia. Pueden proporcionar un alivio temporal del dolor, pero no solucionan el problema. En sí son una forma de aplicar una amortiguación sobre la zona con un efecto almohadilla que evita el roce y la presión.

 

Exfoliación de un ojo de gallo

Exfoliar el ojo de gallo es algo que sólo podrá hacerlo un podólogo especialista. Una de las principales ventajas es que aporta un enorme alivio del dolor de manera rápida. Eso sí se necesita material especializado que sólo tienen los podólogos.

Lo malo de esta técnica es que también es un alivio temporal que puede llegar a durar más o menos tiempo. En sí los ojos de gallo tienden a reaparecer si no se elimina la causa que los provoca de manera definitiva.

Eliminar un ojo de gallo con cirugía

La cirugía es la manera más segura, rápida y eficaz de acabar definitivamente con el ojo de gallo sin peligro que reaparezca en el futuro.

Obviamente tiene que realizarlo personal especializado, pero en sí es una cirugía sencilla sin dolor y sin molestias posteriores.

La operación en sí consiste en intervenir sobre el hueso que produce el roce con la piel mediante una pequeña incisión. De esta manera se elimina definitivamente el roce entre los dedos del pie.

¿Por qué aparecen los ojos de gallo?

Los callos aparecen fundamentalmente por el roce del calzado con la piel. En realidad, los ojos de gallo no son sino una protección que nuestro cuerpo desarrolla para evitar que aparezcan ampollas en la piel.

La causa suele ser la utilización frecuente de calzado estrecho y que no se adapte bien a la forma de nuestro pie. Nuestro organismo reacciona provocando estos callos que evitan la aparición de ampollas en la piel.

También aparece este problema de los ojos de gallo por problemas de alineación de los huesos del pie y por pasar largos periodos de tiempo de pie. Por eso es habitual en ciertos trabajos en los que se mantiene una posición estática durante largas horas.

Consejos para prevenir el ojo de gallo

Para prevenir la aparición del ojo del gallo lo más recomendable es:

  • Evitar largas estancias en posición de pie estática. Si es tu caso en el trabajo, por ejemplo, deberías buscar soluciones como taburetes o poder moverte un poco de la posición estática al menos cada cierto tiempo.
  • Utiliza un calzado que se adapte perfectamente a tu pie y a su forma es una buena manera de evitar la aparición del temido ojo de gallo.
  • Hidrata la piel de los pies. Hidratar la zona es muy importante ya que suaviza las zonas de roce. Es conveniente que lo hagas si pasas largos periodos de tiempo en el trabajo, por ejemplo.

¿Son efectivos los remedios caseros?

Existen varios remedios caseros que pueden servir para aliviar el dolor, al menos de manera temporal. Pero como ya te he comentado antes estos sólo son remedios temporales y que no solucionarán el problema de manera definitiva:

Tratar un ojo de gallo con aceite de ricino

El aceite de ricino tiene propiedades antibacterianas. Por eso ayudan a limpiar la piel afectada por el ojo de gallo.

Baños en agua fría para aliviar un ojo de gallo

Sumergir el pie afectado en un baño de agua fría con hielo, vinagre de manzana y sal ayuda a reblandecer la zona. Esto sirve tanto para aliviar el dolor como a exfoliarlo posteriormente con eficacia.

Quitar ojo de gallo con limón

Un ojo de gallo también suele aliviarse aplicando sobre la zona una cáscara de limón durante un periodo de tiempo. Aunque como ya he mencionado antes, e insisto en ello porque es importante, no servirá sino para reblandecer la zona y aliviar de manera temporal el dolor y ayudar a exfoliar posteriormente.

La mejor manera de acabar con el problema del ojo de gallo en el pie es con la ayuda de un podólogo profesional.

¿Necesitas un Podólogo? Estoy seguro de que te puedo ayudar

Contacta con podología Daniel De Lamo y concierta tu consulta online

Leave a comment